lunes, 26 de diciembre de 2016

Pablo Bueno reseña La mejor venganza, de Joe Abercrombie


Pablo Bueno está on fire y lo demuestra, una vez más, con esta estupenda reseña de La mejor venganza, de Joe Abercrombie. ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: Puesto que uno de los personajes principales de la historia es "La serpiente de Talins", Pablo no ha tenido otra opción que recomendar escuchar esta reseña escuchando Poison, de Alice Cooper (Spotify, YouTube). 
Últimamente he comentado que ya son varios los autores que disfruto más en su vertiente corta. Me pasa con Sanderson, del que admiro su Elantris o Nacidos de la Bruma, pero prefiero El alma del emperador o el interesantísimo Legión. Aunque sean obras muy distintas y, probablemente, más ligeras, pienso lo mismo de la saga de los Reckoners, que se me antoja divertidísima.
Algo similar sucede con Abercrombie y su obra breve. Breve, perdón, al menos si enfrentamos el libro que nos ocupa a la trilogía completa de La primera ley. Aunque dicha obra es para mí lo mejor que ha escrito, por lo rompedora que se demuestra en distintos aspectos, creo que, si intentamos ver la calidad de los libros como unidades autónomas, los que le siguen son algo superiores. Libros que, por cierto, se pueden leer de forma independiente.
En un orden cronológico, La mejor venganza iría justo después de los sucesos que se nos narran en La primera ley. A continuación llegaría Los héroes y a este le sucedería Tierras Rojas. Todos ellos comparten universo, lugares e incluso personajes. Ese es, para mí, uno de sus grandes atractivos: la posibilidad de observar las cosas desde otro ángulo o de descubrir todo lo que los secundarios de Abercrombie tienen que ofrecer. En mi opinión, el británico es uno de los mejores escritores de fantasía creando personajes y en estos libros lo vuelve a demostrar. En parte por esto mismo y por lo que comentábamos al comienzo de esta reseña, estoy deseando hacerme también con su antología Filos mortales.
Pero pasemos ya a comentar La mejor venganza y qué mejor forma de hacerlo que en boca de uno de sus personajes: “Cuando construyes tu vida alrededor de una sola cosa, cuando solo amas a una persona, cuando solo tienes un sueño que alcanzar, te arriesgas a perderlo todo de golpe”.
Monzcarro Murcatto, “Monza”, ha sido traicionada. Después de liderar victoriosamente la compañía mercenaria de Las mil espadas durante años en favor de su patrón, el duque Orso de Talins, este acaba a sangre fría con la vida de su hermano y, supuestamente, con la de la propia Monza. Ese es el punto de partida de la novela.
Y, con esa premisa, surge el Abercrombie en estado puro que tanto me gusta: la historia (y los personajes) están llenos de suciedad, de realismo, de intereses que guían sus actos. La violencia no se hace de rogar y, cuando llega, comparte las características que acabamos de enumerar, también la del interés. Todo ello, por supuesto, aderezado con las voces extraordinariamente propias de cada personaje a las que ya nos tiene acostumbrados el autor.
Hay dos personajes, por encima de la propia Murcatto, que me han fascinado. Uno es Escalofríos, el norteño que ya vimos en La primera ley. Quizá por la progresión que va sufriendo, pero también porque me lo encontré, ya muy cambiado, en Los Héroes, que leí antes que este libro. Me ha gustado mucho descubrir de dónde vino para entender adónde fue. El segundo es Nicomo Cosca, que también conocimos en la trilogía. El borrachín más traicionero e impredecible del mundo hace un enorme papel en esta novela: dice una cosa pero piensa otra; parece lo que no es y al final muestra lo que realmente estaba sucediendo.
El elemento mágico, como suele suceder en la obra de Abercrombie, tiene un interés y un protagonismo muy secundarios. De hecho, casi parece estar ahí, sobre todo, para que vislumbremos apenas el trasfondo tenebroso que subyace en los grandes conflictos que asolan su mundo.
Pero, quizá, destacaría con especial interés la construcción de la propia historia que se nos plantea. No solo porque dibuja un círculo argumental perfecto, sino por el modo hábil y sutil con que Abercrombie enlaza varias historias de venganza con la que se entiende como principal.
A partir de ahí, queda la impresión, totalmente subjetiva, de que se puede atisbar un cierto análisis de la motivación real que pone motor a un sentimiento tan humano como las ansias de venganza; de la satisfacción, o no, que queda cuando se va consumando. Puede que el autor incluso se plantee qué es lo que realmente nos hace felices, pese a estar tan alejado de la lágrima fácil como los osos amorosos y los pasteles de merengue lo están de las tenazas con las que le arrancaron los dientes a Glokta.
En definitiva, creo que estamos ante otra muesca en el revolver grimdark de Abercrombie. La mejor venganza es un gran libro que pueden disfrutar todos los amantes de la fantasía e incluso de la épica más realista, sucia y adulta.

4 comentarios:

  1. Aún pendiente de leer Los héroes, para mi eston spin-off de La primera ley son un tanto por ciento superiores a la trilogía. Supongo que también los años, la experiencia y el pulimiento del estilo de Abercrombie le han llevado a mejorar en cada libro, como a todo escritor supongo. Y es que este hombre es único creando a sus personajes, hace que cobren vida de las palabras, una gozada. Un abrazo^^

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  2. Pues tendré que leer los spin-offs, porque me quedé en la trilogía. ¡Tantos libros y tan poco tiempo!

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  3. Yo tengo una tercera edición de 2018 de Alianza (no la de la colección Runas sino la que tiene un impresionante dibujo de Gail Cross en la tapa). Pero la traducción, de Javier Martin Lalanda, es malísima y me extraña que nadie lo haya comentado a lo largo de todos estos años en ninguna reseña. Lalanda tiene un enorme desconocimiento del lenguaje coloquial o "slang" tan utilizado por un autor como Abercrombie. Esto lo lleva a traducir erróneamente muchas expresiones y muchos "phrasal verbs" cambiándole su significado, en muchos casos haciendo que frases enteras del libro (especialmente, pero no exclusivamente, en los diálogos) rechinen y resulten un tanto fuera de contexto. Por dar solo algunos ejemplos:
    - cuando un personaje le contesta a otro «I know! I was thinking the same thing.» lo traduce como «¡Ya lo comprendo! Yo estaba pensando lo mismo», cuando quiere decir «¡Lo se! Yo estaba pensando lo mismo».
    - «rely on», lo traduce como «confiar en», cuando quiere decir «depender de» (y en el contexto se nota)
    - la expresión “That so?" (diminutivo de “It's that so?") lo traduce en mas de una ocasión "¿Y ya está?", cuando quiere decir "¿Es así?"
    - “Some fucking chance of that!” lo traduce ”¡Pues que tengas una suerte bestial!”, cuando quiere decir "¡Como si hubiera una p...chance de eso!"
    -“Stick your tiny mind to keeping things under control down here" lo traduce "Me gustaría que tu diminuta mente dejara de tener las cosas bajo control", cuando quiere decir "Mantén tu diminuta cabeza dedicada a mantener las cosas bajo control aquí abajo"
    -“I will catch up with you!” lo traduce "Yo los pondré al día por ti", cuando quiere decir "Ya te alcanzo"
    -“I wish it could’ve gone on forever” lo traduce "Me gustaría que hubiese terminado para siempre", cuando quiere decir
    "Me gustaría que hubiese durado para siempre"
    Hay gran cantidad de otros ejemplos a lo largo de todo el libro. Y por eso, insisto, me llama muchísimo la atención no haber encontrado a nadie mas refiriéndose a esto en todos estos años. Y de hecho, lo que resulta mucho peor todavía, Lalanda tradujo también Tierras Rojas del mismo autor.

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  4. Pues no tiene mucha suerte Abercrombie con sus traducciones en España, porque la Trilogía de la primera ley estaba llena de laísmos, leísmos y loísmos :(

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