jueves, 2 de mayo de 2013

Firstborn de Brandon Sanderson

De un tiempo a esta parte disfruto más con la ficción corta que con las novelas. Y no es sólo porque su longitud se adapte mucho mejor al poco tiempo que muchos días me queda para la lectura, sino porque últimamente la calidad de las novelas cortas de género que se están publicando es realmente excepcional. Obras como Adrift on the Sea of Rains, Mountain y On a Red Station, Drifting, por citar sólo unas pocas, se encuentran en puestos muy altos en mi lista de favoritos de los últimos años. 

Un escritor que me ha sorprendido mucho en estas distancias más cortas es Brandon Sanderson. En su faceta más conocida, Sanderson es autor de largas novelas e interminables sagas, pero es tan prolífico que le da tiempo, en ratos perdidos (como, por ejemplo, un viaje transoceánico), de escribir también algún que otro excelente relato. Es el caso de dos de sus obras del año pasado: Legion y, muy especialmente, The Emperor's Soul, que ha recibido una más que merecida nominación a los Premios Hugo

Con el recuerdo del buen sabor de boca que me dejaron esas dos novelas cortas, y necesitado de una historia con la que tomar aire entre libros de 600 páginas, me animé a leer Firstborn, un relato largo publicado por Sanderson en 2008 y que ahora ha sido recuperado en una edición especial, pero aún puede ser leído gratuitamente en la página de Tor.com. Lo terminé en poco más de una hora y, sin ser una obra maestra, de nuevo me ha dejado más que satisfecho.

Lo primero que llama la atención de Firstborn es que se trata de una historia de ciencia ficción pura. Sanderson nos tiene acostumbrados más bien a obras de fantasía con grandes cargas de magia (aunque es cierto que el tratamiento de esa magia casi podría clasificarse como "científico"), por lo que este cambio de registro es, cuando menos, intrigante. He de decir que Sanderson se desenvuelve más que satisfactoriamente en este género, aunque se nota su querencia hacia las historias más épicas: enormes imperios, nobles casas y grandes batallas, eso sí, con ambientación espacial, naves de combate en lugar de dragones y avanzadas tecnologías en vez de poderes mágicos.

En este sentido, Firstborn es claramente una historia de ciencia ficción bélica. De hecho, tiene una estrecha relación con obras clásicas como El juego de Ender e incluso algunos elementos que recuerdan a la saga de Miles Vorkosigan. Por ello, no resulta particularmente original, en contraste con lo que suele ser habitual en las obras de Sanderson. Pese a ello, la trama resulta absorbente y, aunque es relativamente previsible, consigue enganchar al lector de principio a fin e incluso sorprenderle en un par de ocasiones.

La prosa, como es habitual en este autor, es simple y directa, ajena a florituras o alardes y se centra, sin rodeos, en hacer avanzar la trama y desarrollar a los personajes. En algunos momentos puede llegar a resultar un poco fría o demasiado calculada, pero el lector está tan enfrascado pasando páginas para saber qué sucede a continuación que apenas le resulta molesto.

Los personajes caen ligeramente en el estereotipo, aunque resultan interesantes, especialmente en lo que se refiere a la evolución del protagonista principal, Dennison, y su marcado contraste con su hermano Varion. Las escenas de acción son ágiles e intensas y Sanderson las utiliza con mesura, sin caer en la tentación de alargarlas innecesariamente. La trama es, por su parte, el elemento más destacable de la obra: no ganará un premio por su originalidad y, como mencionaba más arriba, algunos giros se ven venir a varios años luz de distancia, pero cumple sobradamente con el objetivo de entretener al lector de la primera a la última página. Ni más ni menos lo que me esperaba al acercarme a una nueva historia de este autor.

En definitiva, un relato que no pasará a la historia de la ciencia ficción como una de las obras cumbre del género (ni siquiera como una de las mejores historias de Sanderson), pero que puede resultar un más que agradable interludio entre novelas más densas y elaboradas. Y, desde luego, un interesante cambio de tercio de uno de los autores de fantasía más destacado de los últimos años. Si a esto le sumamos que se puede leer en un par de ratos perdidos y que está disponible de forma gratuita, no puedo menos que recomendar Firstborn tanto a los seguidores de este escritor como a aquellos que sientan curiosidad por conocer su obra o, simplemente, quieran pasar un rato divertido sin más pretensiones.    

2 comentarios:

  1. Lo tenía en el punto de mira. Menos mal que este hombre no es prolífico apenas.

    ¡¡Ahhh... absorbente con v!!

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  2. Upppssss.... Corregido, gracias.

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